Llantos... se oyen llantos...
Y sol, de pronto, rompiendo los espacios y quemando los poros.
Las sombras se asustan y retoman senderos bloqueados ante dudas.
Decenas de libros aún sin acabar.
Hay Medea, y sueño.
Locuras indecisas y aprobaciones.
Un laberinto griego, de ésos que atraviesan el aire. Un corsé, una aguja y cientos de palomas blancas.
Hay miedo. Se huele.
Y también hay respuesta y calma para recomenzar una y otra vez.
Una y OTRA vez.
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