Lo curioso es la sonrisa detrás del espejo, ése al que no se atrevía mirar aquel que guarda la mirada distante sobre las cosas cálidas. La sonrisa inmensa pegada a los ojos. La claridad frente a la oscuridad del otro lado, del más de acá.
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Después de meses, historias sin acabar, emociones encontradas y deseos, algo debe de haber detrás de todas esas cosas que forman el carrusel extraño de momentos que, pese a la marea alta, no se van. Algo debe de haber tras un año de malentendidos y entendimientos, ¿no?
Y qué será.
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