Me he metido en la cueva para descender a mis abismos más profundos, donde la tierra deja de ser fértil, más abajo, y es simplemente cobijo. Donde residen mis monstruos, mis sombras, que esperaban mi mirada para hacerme ver que me estaban esperando. Que estaban heridos, y se sentían solos...
Y aquí estoy, descendiendo, sintiéndome liviana a cada paso,porque estoy yendo al lugar donde está mi silencio más íntimo. Donde no hay nada más que mi Yo más puro. Mi cueva de fuego rodeada de sangre y mantas, infusiones caliente y lecturas.
Soy osa que inverna, así que hasta luego.
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