princesaVSyodesiempre*

En el fondo soy una romántica... Vamos, digo en el fondo porque me lleno la boca (y los párpados y las manos y las ilusiones) hablando de fórmulas impuestas, sobre esta sociedad pratiarcal violenta y la necesidad del empoderamiento femenino (creyendo que ésa es la verdadera revolución). Y desde ahí, desde creer a pies juntillas en que mi alma y mis pies (y todo lo demás, claro; soy así de entregada... figurate) han elegido ése camino para reivindicar, de por vida, que la mujer aún tiene mucho que decir, y ayudar a hacerlo; digo que... menuda mierda descubrir a la princesita romántica de Disney que habita en mi, llorando a moco tendido viendo en televisión(!) una boda (!) de cuento. Y no solo llorando (porque igual pudiera llorar de vómito) sino imaginándose ahí, vestidita de tul, entre tanto pliegue de merengue, siendo la protagonista de su propia boda. Con flores por todos lados y siendo el punto de mira (sorprendente aun más, soy de las que prefiere mantenerse un poco al margen de protagonismo...) de todas las miras. Siendo una princesa rescata por su príncipe (y ahí parece que me centro en mi propio centro,?, para centrarme en su propio centro). Yo que siento amor-odio a esas "figuras femeninas" de Disney, por tanto inculcar en imágenes feas (eso si, disfrazadas de colores y animalitos, y cosas muuuuy dulces) que colocan a la mujer en imagen claramente inferior y necesitada a la del hombre; que encasillan y limitan, y cumplen los estereotipos "perfectos" para la mujer, olvidándose de la belleza que de la imperfección y las graaaandes posibilidades personales de cada una. Yo, que me declaro independiente, fuerte y mujer guerrera. Que me identifico más con Pocahontas o Mulan, o con un extraño pájaro de alas especiales... Que nunca he necesitado a un hombre, aunque los haya tenido, para salir a flote. Que lamo mis heridas y las conozco, las limito, las "controlo", sé que están ahí... Que me conozco o constantemente estoy en ése camino, una y otra vez. Que no me considero "femenina" como la sociedad dice, ni tierna, ni buena mujer, ni quiero ser perfecta.

Qué curioso. Mi princesita aflora ahora que todo está removido. Ahora que parece que encuentro un claro precioso repleto de girasoles que giran, perfectos, hacia la luna o el sol, según la estación de mi ciclo, de "mi año". Hasta ahora, nunca antes la había escuchado, quizás encontrado... y aparece, con unas lágrimas como granadas, explotándome en las entrañas y bailándome con hipo; trayendome preguntas que ni siquiera quiere contestar porque está demasiado ocupada en mirar por la ventana a ver cuando el principito llega, para que cuando llegue, ella esté perfecta, con el té esté preparado, la sonrisa puesta, el pelo acicalado, la habitación limpia y los mimos y cuidados a punto para abalanzarse tiernamente hacia Él. Y yo, guerrillera espiritual hasta ahora, me quede mordiéndome el labio, con hambre de entender, qué coño pasa en mi cabeza...



Decir un "para siempre" delante de toda la gente que quiero, a una única persona entre todas las personas del universo, sabiéndome reconocida ante su "para siempre" y su mirada de ojos azules de niño grande... Conectándome como nunca, a nada, como la sociedad quiere para todo los demás.

Debo de estar flipada.