Y aún así... Te suplico con manos llenas de ilusiones y esperanzas al borde del sentir, de la explosión volcánica que me naces, que no te alejes nunca, ni un centímetro... Porque, aunque ahora no sepa donde estás o en qué lugar te escondes, sé que estás y eso basta.
Te encontraré mi niño pez.. nos encontraremos, mi cohete espacial... mi vida entera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario