Vinieron jinetes de cambio, parecido al mundo por Galeano, donde podía palparme una humanidad más humana. Donde la magia es... el motor que nos mueve. Y hubo señales, como homenaje a mi eterna vida, al mar de los ritmos, a la little girl blue. Portales, desde donde la luz susurraba cosas de la ley del "ochoqueochenta", donde aún hay cuadros cuadrilíneos que atrapan el sol y lo quieren quemar.
Existe también una posibilidad... La madre misteriosa, que hace alzar la vista hacia el viento que todo lo limpia, y el mar. Hay una pistola ( si miras la luna la podrás encontrar) que su bala cose mundos mirados por el ojo de un gato que agua transporta. Y justo ahí, se palpa la espina dorsal del tigre, el km111, la mitad de nuestro intento y la bienvenida a las sensaciones. Y es ahora! ahora cuando sube, invisible, el sueño transiberiano... Y en él están las voces de ésos jinetes.
Sin cagarla en el cambio, gritando en silencio, acompasando momentos en una balance de clueca.
Y después, hay un amor incendiario y una niña humana mitad águila; la hora exacta, las 19:45.
Y el comienzo de toda esta historia destartalada...
(queempezóhaceunañoyseismeses)
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