Hoy la lluvia de estrellas (las perséidas) nos regala una danza innombrable para nosotros, simples mortales inspirados en lo mágico y en lo único de la vida, como también en lo oscuro y en lo incierto. Danzan, traviesas y hermosas, para que su increíble grandeza nos muestre el camino, dejando mensajes escondidos detrás de las palabras, de las vivencias, de los sentires... Ayudando a dejar atrás lo malo (miedos, inseguridades, idioteces) para escuchar el sonido del Universo en toda su magnitud y comprender que si que estamos aquí por algo y que mientras ese algo ocurre, nosotros debemos agradecer y VIVIR, porque la vida es demasiado bella para quedarnos parado y no disfrutarla.
¿Lo ves? el cielo te pinta unos matices hermosos para que los veas y te mantengan cosido a lo importante. Son ésos mismo que te recibieron un día cuando llegaste a este mundo! ¿Puedes sentirlo? está ahí para ti, hermoso humano que vaga perdido por la Tierra.
¡El universo está de fiesta! y nosotros vamos a disfrutarlo!
Esta noche, estés donde estés (tiene que ser hemisferio Norte!), vete hacia un lugar oscuro al aire libre y sin más, sin tecnologías, sin pensar más allá... túmbate en el suelo y deja que tu espalda se conecte con La Madre. Déjate llevar, acaso ocurre algo importante... Disfruta! Si ves que algo en tí ha cambiado, agradécele a tu Dios (dioses, ángeles, duendes, guías...), a tu YO interno, a la Tierra o a lo que creas, estar ahí recibiendo eso! Éso que nuestros hermanos de antaño de hace más de 2000 años, también miraron y se fascinaron, inspirándose, para trascender la oscuridad.
Agradece todo lo que ves, porque ése es el sentido del mundo...
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