He aprendido una lección esta semana. Ha sido dificil. Tal vez más de lo que incluso ahora mismo esté pensando. Pero en estos segundos de tranquilidad, de sonrisa, de ilusión, me doy cuenta que he merecido la pena. Porque la mayoría de las veces lo que importa no es la meta o lo que haya al final del camino... Lo verdaderamente importante es el camino en si. Y está claro que cuando menos lo esperas, aparece una parte de tí como una personalidad más de la vida, a la espera, en una piedra, quizás en un árbol apoyada, con la única intención de acercarte a tí y comenzar.
Comenzar. Reeducar. Revivir. Y lo más difícil, com-prender.
Qué pequeñita soy a veces...
Y qué bien me hace sentir que detro de mí hay respuestas que hayan preguntas. O viceversa.
Gracias Mundo.
Buenas noches.
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