Toco encajar.
Desde lo más íntimo y sagrado; como una semilla plantada regada con demasiada agua o una flor que se abre y su belleza sólo dura un segundo. Como una explosión de imágenes indigestas.
Toco huir y tener las manos
Volvió el Amor a salvar y sanar... Y tuvo la razón que ganar la partida.
No pasa nada,
cometemos errores... Cometo errores! y eso nos hace grandes... porque nada, ni nadie, nos ha enseñado a vivir.
Y lo demás no importa...(*)
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