13.6.13

medesvié*

Tan perdida en este inmenso mundo de tejidos y oxígeno, de órganos y latidos, de venas y tendones...
Tan asombrada de mi salud sana y mi fuerza. De las respuestas de gratitud que dan las células al sol, a la fruta, al agua.
Si... tan perdida entre tanta agua y tanta sangre... Mi cuerpo, ése mundo inmenso que forma mi templo y me aguanta, y me ayuda, y me forma, se vuelve invierno creyendo yo que es verano. Y se queja, le duele, y está molesto...
Cómo pudo ser... cómo me fui tan lejos.

En el cielo brilla una luna roja parecida a un rubí brillando. Es tan hermosa que lloro, y a penas puedo moverme. Me siento mejor si hundo mis manos en la tierra apenas arada, apenas en lluvia.Y la miro de lejos, porque me avergüenza acercarme a ella tan rica y hermosa... Siempre protegiéndome, siempre dándome, mostrando, sanando sombras o dándolas.
La he tratado mal.
Me he tratado mal y lloro por ello.
Ha sido como un árbol quejándose en mitad del bosque. Como una nube dispuesta a llover cargada de electricidad, sin compañeras en mitad de una playa repleta de gente...
No me siento bien así. No está bien tratar la vida, el cuerpo, la luna de ésa manera. Ha sido feo.
Me he despistado... A penas supe, no sé, quizás soy demasiado torpe para eso. Tal vez todo sea bien complicado y yo incapaz de entender o de aprender... Pero mi cuerpo me decía, carajo, me lo gritaba bien fuerte... Quería dormir, descansar, volverse cueva. Y yo... no supe escucharlo.
Y ahora soy un montón de dudas que no saben cómo volver.

Pero levanto un segundo la mirada de mi, o más bien la bajo más al fondo, y descubro algo. Un vientre redondeado, unos pechos fuertes crecidos en talla, dispuestos a alimentar. Una cabeza cansada de pelearme con ella. Las manos seguras, sabiendo donde han de ir. Las piernas agotadas, queriendo no correr más...
Y unos ojos nublados ahora, quietos, mirado, ése montón de mundos que me unen, que me hacen, que me ligan a esta tierra maravillosa de mujer loba, de bruja sabia, de anciana sanadora, de oscuridad...

Y acabo riendo, como en un aullido de hoguera. Escucha tu cuerpo, ella me dice, porque en él hay un río de sangre que contiene la vida.


Perdóname luna.

1 comentario:

Anónimo dijo...

alaaa perdonate! no seas cruel contigo misma :)

Mis mejores deseos para tí:

Que el eterno Sol te ilumine,

que el amor te rodee,
y la luz pura interior
guíe tu camino*

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