Ruesdascascades*

A lo largo de los días voy comprendiendo cosas, voy reconociendo formas de relaciones, sensaciones frescas que parecen nuevas, miradas de ver diferente, más internas, más de entrega. Me siento más sabia y por eso, quizás, un poquito más vieja.
Y es curioso como así veo cosas que antes ni siquiera era capaz de reconocer. La gente es distinta cuando la miro de fuera y aunque no la conozca, sencillamente con mirarla, la toca, la huelo, la acaricio, la entiendo, la quiero y empatizo de tal forma, que ya son parte de mí.
Cómo sería...  ¡Imagina lo que sería que todos nos paramos (¡y eso es estar quietos!) para mirarnos mejor, para tocarnos los ojos, para querer entender(nos)*!
A veces sueño despierta que llega el momento en el que, estando sentada en cualquier calle repleta de gente, alguien se siente a mi lado para acompañarme a no hacer nada, pararse para tener tiempo a contemplar. Sin diálogos verbales, sin preguntas, sin desconfianzas. Desde el silencio que da el amor, el intencionar en mirar bien, en querer de lejos para acercar. En vivir mirando siendo conscientes de que se mira!!!

Si, me siento diferente en estos días, tal vez semanas, o meses. Tengo sensaciones hermosas que me inundan de luz que necesito compartir... Y parece que la vida, tras todo eso, me da regalos de personas y momentos mágicos como indicándome, por qué no, que voy hacia un buen lugar...