Bukowski y sus formas, tan ásperas y pardas como el vino tinto de reserva. Una atardecer rojo, de ésos de casi primavera. Alguien que gime en el piso de al lado. Las gatas que duermen. El viento azotando las ventanas. Su olor en mi ropa, con algunos movimientos. La sensación de hogar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario