cabeza inquieta, imagen viva,
todos estos nervios que afloran y se calman cuando menos lo espero...
éstas manos agrietadas y cansadas, éstas uñas comidas,
éstas estrías y éstos pechos grandes... estas caderas anchas.
También soy esta mirada íntima que toca las cosas y las convierte, las transforma, las agarra, se enamora, y trasmuta y vuelve a empezar a mirar mil veces más.
Éstas palabras de Buda.
La necesidad de buscar.
Todas mis manías... Dormir tanto, el café, el desorden en el armario, salir a la calle sin peinar...
Los desastres y las miserias.
La soledad y mi propia compañía.
Los pequeños detalles que atesoro como si fuera mi propia esencia.
El ojo dibujado en mi mano derecha. Las uñas pintadas solo de esa mano.
Mis 8 tatuajes.
Los 4 puntos de mis ojos.
Todas las personas que están en mi vida... y sobretodo, las que ya no están.
Las ganas... Las desganas...
Los sueños que no cumplo y los que acabé por renunciar.
Todas... TODAS mis lágrimas pero por sobretodo mi sonrisa. Ésta mueca tan mía.
Esta pavada de definirme para demostrarme que hoy también estoy un poco perdida.
1 comentario:
Escribes de maravilla y de corazón, muchas gracias por publicarlo, me han gustado mucho tus textos.
Publicar un comentario