Parar el reloj, el mismísimo mundo mientras una gran capa superprotectora llamada "edredón" cubre mi cansado cuerpo. Mientras fuera está la lluvia, abundante y poderosa, y la madrugada comienza a querer tornarse alba.
...
Hoy he decidido parar el reloj y pararme a mí misma. Obedecer mi intuición y contemplarme. Retirar mis energías del campo de batalla diario y pasar mi invierno entre velas, incienso y mantita eléctrica. Rememorar, observar las semillitas que pronto querré cultivar, tomar conciencia de lo que sobra...
Agradecer.
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