22.10.12

Hijadelasestrellas*

Batalló una guerra, de ésas de litros de leches y kilos de azúcar, que no saben a dulce, sino a crujir de huesos y repiquear de vértebras. Se dejó los nervios, las horas y las ganas. Y salió de ella temblando, cansada incluso de respirar... Caminando, con las manos hinchadas y el alma desnutrida, de vuelta a casa, cabizbaja, derrotada, preguntandose cuántas horas vendran de guerras, tropezó con una piedra del camino. En el suelo maldijo y sollozando, se quejó de su mala suerte y de su rutina... Pero un destello dulce le hizo mirar hacia arriba, hacia aquel manto que cubría la Tierra, que brillaban, celestiales, como una de las cosas más bellas que existe. Y se tranquiló. Se sintió curiosamente acompañada. En paz. Aunque estuviera hecha un desastre, sucia y ojerosa, tirada en el suelo, en un descampado de tierra de un barrio de mierda. Dió las gracias por todas las cosas que antes maldijo, porque gracias a ellas se supera día y día.
Cuando caminó los últimos pasos hacia el portal de su bloque, se giró, sonrió y le guiñó el ojo a Júpiter, su planeta.
Entró a casa zombie, sin a penas mantenerse en pie... Pero contenta, diciendo para si "acaso a las estrellas
se llegue por aquí".

1 comentario:

Anónimo dijo...

jejeje si te tropiezas, te levantas y das gracias... eres ÚNICA <3

Mis mejores deseos para tí:

Que el eterno Sol te ilumine,

que el amor te rodee,
y la luz pura interior
guíe tu camino*

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Málaga, Andalucía, Spain

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