Conocen la felicidad, ¿sabías? La sencillez, la naturalidad, lo salvaje interno del animal que somos, las fases de la luna. Los sonidos del arroyo, las plantas medicionales, las fechas de la cosecha, la nstrucción... Conocen del arte de vivir en la Naturaleza. El lenguaje sin palabras, el amor en todas las partes del cuerpo. El bañarse desnudo en un lago verde, el tostarse al sol en una piedra grande. Saben de vivir en los árboles y de comer en familia, aunque sanguíneamente no lo sean.
Saben de hablar, y comprenderse. De compartir, y amar. De vivir y de existir.
Es el Valle de las Sensaciones,
y allí, dicen, hay lugar para mí...
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