No tiene que ser bueno.
Tampoco hay que atravesar el desierto
arrodillado y arrepentido.
Solo hace falta dejar que ame lo que ama
la criatura vulnerable que es tu cuerpo.
Cuéntame tu desesperación y te contaré la mía.
Mientras tanto el mundo sigue su curso.
El sol y los guijarros cristalinos de la lluvia
pasan por los paisajes,
los prados, los árboles profundos, las sierras, los ríos.
Y los gansos salvajes, que vuelan alto
en el aire luminoso
vuelen de nuevo a casa.
Seas quien seas, por muy solo que te sientas
el mundo se ofrece a tu imaginación,
te llama como llaman los gansos salvajes
con su grito duro y provocador
comunicándote una y otra vez
tu sitio en la familia de las cosas...
Mary Oliver, "Dream Work", 1986
1 comentario:
Que lindo blog por diosssssss
sabes mucho de esto eh!!!! te felicito por este blog. pasate por el mio bechos
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