Duendesyespejos*

Una niña de unos siete años, flaquita, en bikini, casi sin dientes y con arena de la playa hasta las pestañas, mientras yo iba a la ducha comun de este camping que se cae a pedazos conforme pasan los años, me pregunta entre vergonzosa y cálida:
- perdon, una preguntilla... ¿a que si un niño te hace la peseta, es que te quiere?
Y yo, enternecida,  con cara de madre  respondo;
- ¿sabes lo que creo? Que si te quiere así es que no te quiere bien...
Y la niña con cara de raton asustado, se fue, con más cara de perdida aun, con las manos llenas de globos rellenos de agua o de ese monton de preguntas que parecian colgar de su espalda.
Mientras colocaba la toalla, le escuché decirle a la otra chiquilla que estaba con ella: "no sé, es muy rara, tiene media cabeza rapada y muchos tatuajes... Ademas, qué significa que no me quiere bien? A que yo le gusto?".
Ya se alejaban cuando me desnudé y mientras el agua suave me besaba el cuerpo,  me invadieron imágenes en la cabeza, de cuando tenía su edad y me gustaba aquel chico flaco que me robaba la mochila y me hacía correr tras él. Yo creía que le gustaba y un día, me llené de valor, le besé y él salió corriendo.
Siempre ha sido así desde entonces. Besar primero, buscar primero y después huir (ellos o yo) de algo grande (tal vez demasiado pequeño para otros, no para mí) que se hace demasiado...intenso. (¿?).
De vuelta, recien limpia, con la mente nueva tambien, me oí cantar: "ojalá me quieras libre, ojalá me quieras... "..