Bikiniderayas*

El ventilador chirría. En la oscuridad miro al techo... Es la primera noche que lo pongo en todo el verano y eso que ya comienza a hacer fresquito... Será que no tengo sueño, ni ganas de ponerme a trabajar en la novela; ni ganas de encender la luz y tocar la rueda para que no haga ese estúpido ruido. Tampoco quiero leer porque el sueño entonces no vendrá nunca... Será que aún quiero sentir que todavía hace calor y queda tiempo... Pasó el verano para mí. En horas comienza la rutina a encajar los días. A quemar minutos, a salir volando. Apenas la libertad se fue de pronto... Aunque hay algunas mágicas ganas que quieren frío y otoño. Y otras cosas más, oshe*. Pero se fue el sol de las cuatro de la tarde y la playa a deshora. Esa sensación hermosa de sentirse libre sin tiempos ni relojes. Esas horas de hacer sencillamente nada.... Qué lastima que todo pase tan deprisa...y que lo bueno vuelva a hacerse esperar...y que en unas horas mis manos vuelvan a ser como de trapo ahora que parecen tranquilas, bonitas y en paz. Y que remierda, oye, este ventilador que chirría y que crea viento (ynomelleva) y me da frío...