En Canarias hasta el aire azul parece querer decirte algo. Te envuelve un aire de sensaciones que ni siquiera el viento es capaz de parar. Te vuelves tranquilo, estás en paz.
Canarias huele a tierra, sabe a papas arrugas con mojo bien picante y es de color brillante.
No tengo más que decir.
Sencillamente mágica.
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